A medida que perfeccionaba mi falso interés
más pensaba en el Olimpo
en el amor y en la guerra
en la locura y en Dios.-

Y súbitamente ocurrió algo inesperado
Involuntario como la empuñadura de la espada
Al caer desde el cielo en la palma de mi mano

Porque los primeros frutos
el final de la tormenta
la luz de la Luna
y la Gracia caben en la palma de la mano.-

Sucedió que de la lerda podredumbre
nació un rosal.

Un rosal vigoroso que reconocía su nutriente
en el denso rocío que invadía mis bragas.

El problema de la Belleza
debía resolverse entre mis humedales.

Con un beso estremecedor
como Otelo absorbe la vida de Desdémona
Precisamente para que yo,
Hija de las flores,
amor mío,
arrase con todas las cosechas

Como si mi amor estuviera preso
en una forma inmunda

Porque los dolores
siempre quedan vivos
dentro de las tumbas.-

Y sólo tú,
que de la gangrena has visto brotar un rosal
que de su savia se alimentaría todo aniquilamiento.-

Tú, que consumías tu carne para darle fuerzas a la mía.
Que cuando yo ya no podía más
cuando mi agotamiento en Roma
parecía no tener solución
porque todo es inclemente en Roma.-

Me decías,
No decaigas
Camino contigo del lado de la cornisa
Sigue, te estoy esperando.-

Sólo tú,
romperías la piedra de sepulcro
y correrías envuelto en llamas
hasta prenderle fuego al mundo y reducirlo a cenizas
invirtiendo el Génesis para siempre
Y así devolver el mundo al Principio.
Para que yo pueda regalarte el Principio del mundo.

Para que yo pueda regalarte un Amor
tan intenso como el canto de la Gran Explosión

Un amor anterior a la Creación
Un amor anterior a toda vida.

Y sé que mis deseos son tan condenables
que hasta la tierra me negará sepultura.
Pero sin mis deseos,
¿Cómo podría resistir la soledad?.-

Mi pasión por el asesino
procede del odio que siento por mí misma.
Descuartizo en la medida en la que aborrezco.

Nunca haría más daño del que siento dentro de mí.

Ante la falta de amor extremo, busco horror extremo.

Condenada a la compañía de personas que nunca me querrán.
Mis anhelos proceden y se dirigen al desierto.-

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