Se siente como si todos los que me rodean
estuvieran llenando un tonel de sangre

Y yo, tonel,
no pudiera desbordarme

Como si el corazón le dijera a la lengua
No grites
Te cortarán los brazos y las piernas

No grites
Derramarán tus entrañas sobre la mesa

No grites.
Y la paz le quitaba sentido a mi desasosiego.-

Ofrecí mis ojos a los cuervos.
Y el más grande y viejo
Testigo del Gran Diluvio
me dijo al oído que el terror aún no había llegado
que los cuervos debían esperar
para llevarse mis ojos
y dejarme ciega

Que, primero, mis ojos debían verte
que esa era la peor parte

Y pensé: si el Diablo no me asusta
Cómo será aquel que esté por llegar

Qué clase de pavor despertará en mí
Si el infierno ni siquiera me altera

Así,
cuando me he desnudado para meterme en la cama
he visto que mi cuerpo era un campo de lepra

Tanto silencio y tanto secreto
han estallado en mi carne

Porque todo aquello que no se revela
se convierte en incurable

Y la enfermedad empieza
cuando ni siquiera puedes tocar tus propias heridas
y con la mueca de dolor camuflada bajo la sonrisa
hasta que el instrumento de mortificación se descubre al morir
cuando alguien nos desviste
para desclavarnos las púas
y lavar las heridas en la carne ya helada

A pesar de que a veces pienso que no siento.
Es algo diferente al sentimiento
Es una vibración del espíritu

La cuerda tensa del alma
que sólo es cuerda si se usa para ahorcar
a una persona
a un animal
a esta bestia

Por todo lo demás, es sólo un hilo

Y lo que me consume es la presión en el cuello
cuando a ti te sientan en la mesa
y te adoran

Y yo me petrifico

Porque comprendo que soy una metamorfosis
una mujer convertida en ciprés
laurel
o río

Que ya me he trasformado
y que lo que camina bajo mi piel enferma
es el espectro de una enamorada
siendo mi cuerpo
una laguna negra

Tiemblo

Y mis nervios se unen a las raíces de los árboles
para que en mis ramas
se posen los cuervos
y me hablen de ti

Que con mi hilo
este hilo
he aprendido a colgar mi sombra
como si fuera un camisón ardiendo

Porque ayer salió el Sol
para que tu nombre fuera pronunciado

Ahora, imagina que te introducen dos varas de hierro
por la planta de los pies
hasta hacerlas llegar a las sienes

Ese es mi hilo

Ante tu nombre, tiemblo

Y el silencio se revuelve en el microscopio
dentro de mis heridas cerradas
Y pregunta
¿Quién la ha matado?

Sin entender
que pienso tanto en ti
que me fatigo cerrando una puerta

Sin entender
que mi vida es sólo una posesión
para tu sepultura, amor mío

Que si deseas hacer un juramento
sólo tienes que poner la mano sobre mi muslo
y yo haré arrodillar a los animales ante ti

Que si tú me besas
sentiré más placer con la muerte
del que se pueda recoger en todos los burdeles del mundo

Y tiemblo
sólo con pensar que mis pasos
tal vez coincidan con tus huellas

Tiemblo

Tiemblo

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