Los caballos se arrodillan
y logran arrancarle lágrimas al hierro
Lágrimas que pisoteáis
con desprecio
con tanto odio
Cuántos animales caen
sin formar parte del sacrificio ritual
sin desvelar con su muertes
la oscura actividad de nuestra alma
Ahora los animales mueren en sucios mataderos
en nuestras ciudades
en mitad de la escoria de nuestra libertad
Antes de morir
son aturdidos para facilitar el degüello
Existen varios métodos para hacerlos perder la conciencia.
Sin guerras, sin victorias, sin derrotas
Sin Patroclo, sin Héctor, sin Eneas
Sin oráculos ni premoniciones
Como si a los caballos de Aquiles se les negara el habla.
Así mueren todas las bestias santas
que nacieron de la sal de la sabiduría
y deben soportar la carga de la mezquindad humana
condenados a compartir
con sus explotadores racionales
las consecuencias del Pecado Original
La puntilla secciona y hiere la médula espinal
causando la parálisis general de los miembros
y su estrepitoso derrumbamiento al suelo
A cada ocaso debería corresponderle un terremoto
En el desplome de un animal abatido
se encuentra la Belleza de la vibración del Espanto
Y se diría que muere el firmamento
Los movimientos respiratorios se paralizan
y la sangre circulante
cargada de dióxido
produce la asfixia del encéfalo
Para someterse a este ruin holocausto
el animal tendrá la cabeza flexionada
como un rey antes de ser investido
por admiración y acatamiento
al instrumento que debería darle el don de la profecía
con esa solemnidad ingenua de las bestias
camino de la expiación
De un solo golpe
se secciona a la vez
el tejido y la médula
sin dejar del todo inconsciente al animal
y por tanto, sigue padeciendo dolor
Ningún gesto es hermoso sin sufrimiento
Por eso, la Belleza siempre merece una genuflexión
La bufanda es un dispositivo que se aplica sobre la nuca
y se sujeta al cuello y bajo los cuernos
nunca más adornados con perlas ni flores
ni esmeraldas ni topacios
El mecanismo mortal incorpora un estilete de acero
que coincide con la zona sensible
y penetra en la cabeza al darle un golpe con una maza
provocando la inconsciencia y el desmoronamiento
La maza se utiliza dando un fuerte golpe
en la frente del animal
rompiendo su cráneo
La bestia puede caer inmóvil
fulminada al instante
o con temblores y convulsiones
que se eliminan con otro golpe
naturalmente
Con los animales pequeños
es sólo un golpe en el cráneo
usando la fuerza de las propias manos
de tal modo que el estado de inconsciencia
sobrevenga inmediatamente
y se alargue y prolongue
hasta el momento de la muerte
También se utilizan pistolas de bala cautiva
de clavija perforadora
y de masa percutora no penetrante.
Sólo hay que colocar le cañón en el cráneo de la bestia
y disparar
Por eso, podemos medir la desesperación
Con el cañón de una escopeta
El punzón perfora el cráneo
penetra el cerebro
y vuelve a su origen
dando lugar a una inconsciencia inmediata y permanente
a causa de la destrucción del tejido nervioso
y los cambios de presión intracraneal
A veces se realiza la enervación de la bala cautiva
a través del orificio abierto por el punzón
destruyendo los centros motores
Pero el aturdimiento eléctrico o electronarcosis
Es el método más utilizado con cerdos y ovejas.
El registro encefalográfico es muy similar
al que aparece durante un ataque epiléptico en humanos
La epilepsia, la enfermedad sagrada
Manifestación de los dioses
o subordinada de los demonios
La espada de Dios
La enfermedad de los gladiadores
Y de Juana de Arco
La enfermedad de los genios y los guerreros
La enfermedad de Sócrates, de Julio Cesar y de Napoleón
Quién sabe qué omnisciencia se adueña del animal
en ese momento de trastorno eléctrico
Con qué clase de revelaciones nos iluminaría
Qué cantidad de percepciones extraordinarias
Qué fantasmas ve a nuestro alrededor
A cuántos antepasados traería de la tumba
Con qué mensajes del Tártaro nos inspiraría.
Pero ni los demonios se meten en sus convulsos cuerpos
con intención de arrojarse por un acantilado
Ni el cordero está en lo alto de la cruz
Ni sustituye a Isaac cuando aparece el ángel
Lo que sí ocurre es que se le aplican dos pinzas de electrodos
que le inducen a un estado de coma
que para su desgracia dura poco más de medio minuto.
Eso obliga a desangrar al animal en quince segundos
todavía vivo
para que no pueda recuperar la sensibilidad
antes de la muerte cerebral
para que no pueda oler su propia sangre
para evitarle la estupefacción del que nada comprende
pues para el animal, el daño carece de sentido
siendo el sufrimiento nada más que miedo puro
Y en quince segundos
apenas hay tiempo para elevar un rezo.
No disponemos de sacerdotes
que tiñan de rojo nuestras frentes
En esta industria despiadada de la alimentación
este palacio destinado a la exaltación
de las acciones más inmediatas
de la insistencia patológica de la repetición de un acto tan vil
hasta consolidar la indiferencia
donde el reloj y su rutinario segundero
hacen del tiempo un mero detalle físico
para que esta tropa de operarios brutales
sin propósito de enmienda
ni intención de dejar de serlo
A los que nunca conmoverá una brizna de hierba
ni el lapislázuli, ni Wordsworth , ni Ovidio.
Ni tú, amor mío, ni tú.
Puedan seguir matando cincuenta reses al día
Si el animal no se desangra en quince segundos
Sufrirá
Sin medida.
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Trece
Catorce
Quince
También puede colocarse un tercer electrodo.
al nivel de la médula espinal
junto a la zona de proyección del corazón
La corriente pasa de los electrodos de la cabeza
al tercer electrodo
alcanzando el corazón y la médula
Si la distancia entre el tercer electrodo y los de la cabeza
es demasiado corta
el corazón no será estimulado
y no se producirá la parada cardiaca
Si la distancia es demasiado larga
no llegara la suficiente intensidad al cerebro
y se producirá un infarto doloroso
antes de que llegue la inconsciencia a socorrerlo
como un Caronte compasivo
En cualquier caso, el animal sufre
Un amperaje inferior
no causará insensibilización total
produciendo una parálisis general terrible
Si la intensidad es demasiado elevada
produce una estimulación muscular
que provoca fracturas óseas, equimosis y hemorragias
Y el animal sufrirá, sufrirá
Tras el sangrado y la muerte
sin dioses, sin oficiantes, sin ritos y sin profecías
el cuerpo yerto, nunca amado
pasa inmediatamente a ser escaldado
Sumergiendo al animal en agua caliente
a una temperatura mayor de setenta grados
Todos los animales que no mueren en el falso sacrificio
por haberse realizado defectuosamente
con tanto desprecio
con tanto odio
morirán a causa de un hervido prosaico
A las reses y a las ovejas
Se les reserva la mística del desollado
a mano o con máquina
por mero realismo productivo
Hubo un tiempo en el que la piel de los animales
engalanó a los héroes, monarcas inmortales de la Historia
San Bartolomé sostuvo su propia piel tras el martirio
desollado vivo y ahora
Patrón de los curtidores
sanador de las crisis y las convulsiones espasmódicas
Deberíamos pintar nuestro retrato
en el pellejo arrancado de los mártires
Después del escaldado
a los animales se les arrancan las vísceras
se separan los despojos rojos de los blancos
se inspeccionan y se limpian
Cuántos dioses quedarán sin ofrendas
impávidos frente a la prosa egoísta de los hombres
Cuántos destinos se ramificarán sin su lectura
arrojadas las vísceras a los crematorios
bidones y alcantarillas
desperdiciada su función primitiva
sin darle la oportunidad al suplicante
de intervenir en la desviación de los vaticinios
Pues esa es la Belleza de lo irreparable
La lucha trágica entre la voluntad y el devenir
Entre lo que deseamos y aquello que se nos impone
Camino del Jordán o Camino de Corinto
Simultáneamente a esta operación
se realiza una inspección post mortem
prestando especial interés a los pulmones
hígado, ganglios linfáticos, bazo
y la víscera de las canciones románticas
En ese punto ,
coinciden matarifes y filósofos al afirmar:
Lo que menos importa es el cerebro
Una vez eviscerados los animales
se les decapita, por fin
y se les divide en dos con una sierra
Tú y yo, amor mío, somos uno
y sólo lograrán separarnos
partiéndonos por la mitad con una sierra.
Tu costado será enterrado por tus seres queridos
Y mi costado será enterrado por la inmundicia
que algún día ya no seré capaz de limpiar
Y aun con todo
no he logrado reunir el coraje suficiente
para describir un procedimiento tan desalmado
como el que se comete contra tan majestuosa raza
como la que cargó sobre sus lomos a Alejandro
El amor a los caballos
Rivaliza con el amor a los dioses
Merecían idénticas honras fúnebres por igualarse
A sus amos y a los dioses
En talento y valentía
Animales que no sólo soportaban
el peso inmemorial de los hombres
sino el peso de su armadura
sus armas y su tristeza
Confidentes de los emperadores
ponían a su jinete
en contacto con su transcendencia
Tan colmados de atributos
que no encuentran correspondencia
en el temperamento humano
Los caballos
Más que forma física
Forma moral
No merecían consagrar su último suspiro
Sobre un sudario menos honroso que un colchón de gemas
Tuétano de conquistas, combates y correos
salvaciones, amores y Apocalipsis
Pruebas vivientes de la inteligencia divina
Incluso despedazados vilmente en el matadero
una vez arrancados los cascos infatigables
que ensordecían al enemigo durante la contienda
también luchan por un lugar entre los ángeles
Entonces no es de extrañar
que los sabios dementes
se precipiten, sollozando,
sobre animales apaleados
enloquecidos de dolor en Turín
abrazados a los cuellos injustamente castigados
de estos mensajeros de la pureza
¿Qué haremos cuando la Belleza
no pueda sostener nuestra vida?
¿Qué haremos cuando la Belleza
no pueda sostener nuestro dolor?
¿Acaso no merecía alguno de estos animales
un velatorio solemne?
¿No merecía su carne un rito
un réquiem
honras fúnebres de la tragedia?
¿No hubiera sido hermoso robar un cadáver al sucio matadero
para laurearlo y ennoblecerlo
disponiendo para su mortaja
el telón de terciopelo de un teatro?
Pues sólo en el teatro
todos los crímenes deleznables
son éticos
¿No hubiera sido mejor
engrandecer un cadáver con el canto
contemplar una bella ternera
desangrándose a nuestros pies
y leer en sus vísceras nuestro destino
O adivinar la mirada de Holofernes
en la mirada de un cordero exangüe?
En su lugar, cometemos la terquedad
de acreditar a la calavera
como capitolio del raciocinio y la moderación
siendo esto tan insultante
que resulta justo que Dios abandone a todos sus hijos